Calabazas: Cómo cosecharlas

Sobre la calabaza

La calabaza es un alimento con gran cantidad de agua y es una fuente de fibra. Además tiene un bajo contenido de hidratos de carbono y grasas, por lo que es un perfecto aliado en dietas hipocalóricas. 

A todo ello hay que añadir la presencia de una gran variedad de vitaminas: A, B( como la B1, B2, B3 y B6), C y E.

Estas vitaminas le otorgan acciones antioxidantes y ayudan al organismo en la formación de glóbulos rojos, cartílagos, huesos, dientes, colágeno… Por otro lado, inciden positivamente en la visión, el cabello, la piel y las mucosas.

La calabaza posee también folatos que participan en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico. Potasio, fósforo y magnesio son minerales presentes en esta hortaliza. Y, en menor medida, la calabaza también aporta calcio y hierro.

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Siembra

Se recomienda realizar en primavera, a partir de marzo/abril, para cosecharla en septiembre, ¡y tenerlas listas para Halloween! 

Se recomienda dejar una distancia mínima de un metro y medio entre cada hueco de semillas y filas, para dejarles suficiente espacio puesto que se desarrollan horizontalmente.

 

Suelo, clima y luz solar

La calabaza se adapta con facilidad casi a cualquier tipo de terreno. Aunque prefiere suelos sueltos y con un pH entorno a 6.

Sim embargo, requiere de gran cantidad de espacio para su crecimiento por ser una planta rastrera que se desarrolla horizontalmente.

No soporta el frío. Se desarrolla de manera óptima a temperaturas entre 18º y 25ºC. No resiste heladas ni sequías.

Necesitan mucha luz solar, lo más indicado es que reciban luz la mayor parte del día.

RIEGO

El riego es fundamental para la calabaza. Por eso, durante los primeros 20 días, la regaremos cada tres días, aproximadamente.

Debemos regarla proporcionándole una cierta humedad constante, controlando que no se produzca encharcamiento en el terreno, pues podría dar lugar a podredumbre en las raíces. Por lo tanto, debemos evitar que la planta de calabaza se quede sin agua, manteniendo, cómo ya hemos dicho, la tierra húmeda.

Para ello es ideal el riego por goteo, que nos ayuda a mantener la tierra húmeda y podemos controlar fácilmente el riego de la planta.

COSECHA

El tiempo que transcurre desde la siembra hasta la recolección de la calabaza suele ser, según las zonas y la variedad, de unos cuatro o seis meses, por lo que ésta se da durante los meses de septiembre, octubre y noviembre (hemisferio norte), poco antes de las heladas de invierno.

Para recolectarlas, debemos ver que los frutos han cambiado de color y la piel ya está dura.  Al momento de cortar la calabaza, es recomendable dejarle un tallo de unos 5 cm. Es importante saber que debemos suspender el riego una semana antes de la cosecha.

Planta de calabaza con cinta AQUA-TRAXX® de TORO®

Vía: Agrohuerto